Qué paz que se respira aquí! Alguna vez he tenido la idea de estar una temporada en un monasterio para vivir esta experiencia de vida en paz y sencilla, con la naturaleza, rezar, encontrándose uno mismo y con Dios. De esta manera coger fuerzas y después volver con más energia a la vida diaria.
La belleza de estas imágines hace que uno serene su cuerpo para contemplarlas, ellas penetran en lo profundo del alma reclamando silencio interior, paz, abandono. Gracias por ellas. Como disfruto mirándolas. Qué olvidados los tenemos...
Nunca había podido admirar tantas imágenes de este tipo, estoy impresionada de mi ignorancia, pero feliz de disfrutar la grandeza de nuestra fe, a través de estas publicaciones. Saludos.
Un blog visual. Un lugar donde hacer un recorrido a través de la belleza de la religión, de la liturgia, de las cosas hechas para la gloria de Dios. Aquí se muestran imagenes que llevan a Dios, fotografias que hablan de Dios y del mundo de espíritu.
Soy católico, pero incluyo fotos de otras denominaciones cristianas, porque estoy seguro de que al final todos los cristianos volveremos a ser un solo rebaño. Las debilidades, el pecado de los hombres nos han separado. El Espíritu Santo volverá a reunirnos bajo los legítimos pastores.
José Antonio Fortea Cucurull, nacido en Barbastro, España, en 1968, es sacerdote y teólogo especializado en el campo relativo al demonio, el exorcismo, la posesión y el infierno.
En 1991 finalizó sus estudios de Teología para el sacerdocio en la Universidad de Navarra.
En 1998 se licenció en la especialidad de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de Comillas. Ese año defendió la tesis de licenciatura El exorcismo en la época actual.
En 2015 se doctoró en el Ateneo Regina Apostolorum de Roma con la tesis Problemas teológicos de la práctica del exorcismo.
Pertenece al presbiterio de la diócesis de Alcalá de Henares (España).
Ha escrito distintos títulos sobre el tema del demonio, pero su obra abarca otros campos de la Teología. Sus libros han sido publicados en diez lenguas.
Qué paz que se respira aquí! Alguna vez he tenido la idea de estar una temporada en un monasterio para vivir esta experiencia de vida en paz y sencilla, con la naturaleza, rezar, encontrándose uno mismo y con Dios. De esta manera coger fuerzas y después volver con más energia a la vida diaria.
ResponderEliminarLa belleza de estas imágines hace que uno serene su cuerpo para contemplarlas, ellas penetran en lo profundo del alma reclamando silencio interior, paz, abandono. Gracias por ellas. Como disfruto mirándolas. Qué olvidados los tenemos...
ResponderEliminarNunca había podido admirar tantas imágenes de este tipo, estoy impresionada de mi ignorancia, pero feliz de disfrutar la grandeza de nuestra fe, a través de estas publicaciones. Saludos.
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